La exploración ártica es la exploración física de la región ártica de la Tierra y se refiere al período histórico durante el cual la humanidad exploró por vez primera la región al norte del círculo polar ártico. Los registros históricos sugieren que esa exploración habría comenzado hacia el 325 a. C., cuando el antiguo marino griego Pytheas llegó a un mar helado mientras intentaba encontrar un yacimiento del estaño metálico.[1]​ Los océanos peligrosos y las malas condiciones meteorológicas a menudo obstaculizaron a los exploradores que intentaron llegar a las regiones polares y atravesarlas, viajes peligrosos que resultaron ser difíciles tanto por aire, en embarcaciones o a pie.[1]

Antigua Grecia

Algunos estudiosos creen que los primeros intentos de penetrar en el círculo polar ártico se remontan a la antigua Grecia y al marino Pytheas, contemporáneo de Aristóteles y de Alejandro Magno, quien, en el 325 a. C., intentó encontrar la fuente del estaño que llegaría esporádicamente a la colonia griega de Massilia (ahora Marsella) en la costa mediterránea.[1]​ Navegando más allá de las Columnas de Hércules, llegó a la isla de Gran Bretaña y luego a Cornualles, y finalmente circunvaló las islas británicas. De la población local, escuchó noticias de la misteriosa tierra de Thule, ubicada incluso más al norte. Después de seis días de navegación, llegó a tierra al borde de un mar helado (descrito por él como «cuajado»), y describió fenómenos de lo que se cree serían la aurora y el sol de medianoche. Algunos historiadores afirman que esa nueva tierra de Thule sería la costa noruega o la alguna de las islas Shetland basándose en sus descripciones y en las rutas comerciales de los antiguos marinos británicos. Si bien nadie sabe exactamente qué tan lejos navegó Pytheas, es posible que haya cruzado el círculo polar ártico. Sin embargo, sus narraciones fueron consideradas una fantasía por las autoridades griegas y romanas posteriores, como el geógrafo Estrabón.[cita requerida]

Edad Media

El primer vikingo en avistar la isla de Islandia fue Gardar Svavarsson, que había perdido su ruta debido a las duras condiciones cuando navegaba desde Noruega a las islas Feroe. Esto condujo rápidamente a una ola de colonización.[cita requerida] Sin embargo, no todos los colonos tuvieron éxito en los intentos de llegar a la isla. En el siglo X, Gunnbjörn Ulfsson también se perdió en una tormenta y terminó a la vista de la costa de Groenlandia. Su informe impulsó a Erik el Rojo, un cacique ilegalizado, a establecer un asentamiento allí en 985. Si bien inicialmente florecieron, esos asentamientos finalmente se extinguieron debido a las cambiantes condiciones climáticas (ver Pequeña Edad de Hielo).[cita requerida] Se cree que sobrevivieron hasta alrededor de 1450.

Los primeros colonos ya establecidos de Groenlandia también navegaron más hacia el oeste en busca de mejores pastos y terrenos de caza. Los eruditos modernos debaten sobre la ubicación precisa de las nuevas tierras que ellos descubrieron y llamaron de Vinland, Markland y Helluland.[cita requerida]

Los pueblos escandinavos también se adentraron más al norte en su propia península por tierra y por mar. Ya en 880, el vikingo Ohthere de Hålogaland rodeó la península escandinava y navegó hacia la península de Kola y el mar Blanco. El monasterio de Pechenga, en el norte de la península de Kola, fue fundado por monjes rusos en 1533; desde su base en Kola, los pomor exploraron la región de Barents, Spitsbergen y Novaya Zemlya, todas ellas en el círculo polar ártico. También exploraron el norte en barco, descubriendo la Ruta del Mar del Norte, además de penetrar en las áreas más allá de los Urales del norte de Siberia. Luego fundaron el asentamiento de Mangazeya al este de la península de Yamal a principios del siglo XVI.[cita requerida] En 1648, el cosaco Semión Dezhniov abrió el ahora famoso estrecho de Bering entre América y Asia.

Los colonos y comerciantes rusos de las costas del mar Blanco, los pomor, habían estado explorando partes del pasaje noreste desde el siglo XI. En el siglo XVII establecieron una ruta marítima continua desde el puerto de Arcángel hasta el este hasta la desembocadura del río Yenisei. Esta ruta, conocida como« vía marítima de Mangazeya», por el puesto comercial de Mangazeya establecido en su extremo oriental, fue una de las primeras precursoras de la Ruta del Mar del Norte.

Era de los Descubrimientos

La exploración al norte del círculo polar ártico en el Renacimiento fue impulsada por el redescubrimiento de los Clásicos y por las búsquedas nacionales de expansión comercial, y se vio obstaculizada por las limitaciones en la tecnología marítima, por la falta de suministros de alimentos estables y por el aislamiento insuficiente para las tripulaciones contra las situaciones extremas de frío.

Avances renacentistas en cartografía

Un evento fundamental en la exploración del Ártico ocurrió en 1409, cuando la Geografía (Ptolomeo) de Ptolomeo se tradujo al latín, introduciendo así los conceptos de latitud y longitud en Europa Occidental.[2]​ Los navegantes pudieron trazar entonces mejor sus posiciones, y comenzó la carrera europea hacia China, provocada por el interés en los escritos de Marco Polo.[cita requerida] La Inventio Fortunata, un libro perdido, describe en un resumen escrito por Jacobus Cnoyen, pero que solo se encuentra en una carta de Gerardus Mercator, viajes hasta el Polo Norte.[3]​ Una afirmación ampliamente disputada es que dos hermanos de Venecia, Niccolo y Antonio Zeno, supuestamente hicieron un mapa de sus viajes a esa región, que fue publicado por sus descendientes en 1558.[4]

La búsqueda del Paso del Noroeste

El Paso del Noroeste conecta los océanos Atlántico y Pacífico a través del océano Ártico. Dado que el descubrimiento del continente americano fue producto de la búsqueda de una ruta hacia Asia, la exploración alrededor del extremo norte de América del Norte continuó por el Paso del Noroeste. El fracaso inicial de John Cabot en 1497 para encontrar un Paso del Noroeste a través del Atlántico llevó a los británicos a buscar una ruta alternativa hacia el este.

El interés se reavivó en 1564 después del descubrimiento de Jacques Cartier de la desembocadura del río San Lorenzo. El marino inglés Martin Frobisher (c. 1535 o 1539-1594) había tomado la determinación de forjar una ruta comercial desde Inglaterra hacia el oeste hasta alcanzar la India. De 1576 a 1578, realizó tres viajes a lo que hoy es el Ártico canadiense para encontrar el pasaje. Todas las expediciones arribaron al noreste de Canadá, en torno a Isla Resolución y la bahía Frobisher y en ellas exploró las costas de la isla de Baffin, el estrecho de Hudson y la bahía que lleva su nombre. En julio de 1583, sir Humphrey Gilbert, que había escrito un tratado sobre el descubrimiento del pasaje y era un partidario de Frobisher, reclamó el territorio de la Colonia de Terranova para la Corona inglesa.

En 1585, al servicio de Isabel I, el explorador inglés John Davis entró en el Cumberland Sound, en la isla de Baffin. Davis bordeó Groenlandia por el oeste antes de dividir sus cuatro barcos en expediciones separadas para buscar un pasaje hacia el oeste. Aunque no pudo atravesar las heladas aguas del Ártico, informó a sus patrocinadores que el pasaje que buscaban «no es un asunto dudoso» [a matter nothing doubtfull [sic]], y aseguró el apoyo para dos expediciones adicionales, llegando a hasta la bahía de Hudson.

Aunque los esfuerzos de Inglaterra se interrumpieron en 1587 debido a la guerra anglo-española, los informes favorables de Davis sobre la región y su gente inspirarían a los exploradores en el siglo venidero.[cita requerida] En 1609, mientras estaba al servicio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, el explorador inglés Henry Hudson navegó por lo que ahora se llama el río Hudson en busca del Pasaje; llegó a la actual Albany (hoy estado de Nueva York), antes de darse por vencido. Más tarde exploró más al norte en el Ártico y la bahía de Hudson en busca del Pasaje.[5][6]

El Pasaje del Noreste

El Pasaje del Noreste es un término amplio que designaba cualquier ruta que se encontrase por encima del continente euroasiático y que se extendiese entre las aguas al norte del mar de Noruega hasta el estrecho de Bering. La «Ruta del Mar del Norte» (en mayúscula) ahora se considera una parte específica de dichas rutas —definida oficialmente por una ley de la Federación de Rusia— que incluye rutas de navegación que se encuentran dentro de la ZEE de Rusia y que se extienden desde el mar de Kara hasta el estrecho de Bering a lo largo de la costa septentrional de la Rusia asiática.

La idea de explorar esa región fue inicialmente económica y fue presentada por primera vez por el diplomático ruso Dmitri Guerásimov en 1525. Toda la ruta se encuentra en aguas árticas y algunas partes solo están totalmente libres de hielo durante aproximadamente dos meses al año, lo que la convierte en un lugar muy peligroso.[cita requerida]

A mediados del siglo XVI, el hijo de John Cabot, Sebastian, ayudó a organizar una expedición de ese tipo, dirigida por sir Hugh Willoughby y Richard Chancellor. La tripulación de Willoughby naufragó frente a la península de Kola, donde finalmente murieron de escorbuto. Chancellor y su tripulación llegaron a la desembocadura del río Dvina Septentrional y a la ciudad de Arcángel, donde fueron recibidos por una delegación del zar Iván el Terrible. De regreso de Moscú, Chancellor lanzó la Compañía de Moscovia, promoviendo el comercio entre Inglaterra y Rusia. Este curso diplomático permitió a embajadores británicos como sir Francis Cherry la oportunidad de consolidar la información geográfica desarrollada por los comerciantes rusos en mapas para la exploración británica de la región. Algunos años más tarde, Steven Borough, el capitán del barco de Chancellor, llegó hasta el mar de Kara, cuando se vio obligado a retroceder debido a las condiciones del hielo.[7]

Las partes occidentales del pasaje estaban siendo exploradas simultáneamente por países del norte de Europa como Inglaterra, los Países Bajos, Dinamarca y Noruega, en busca de una vía marítima alternativa hacia China e India. Aunque esas expediciones fracasaron, se descubrieron nuevas costas e islas.[cita requerida] La más notable fue la expedición de 1596 dirigida por el navegante holandés Willem Barentsz que descubrió la isla de Spitsbergen y la isla del Oso.

Por temor a la penetración inglesa y holandesa en Siberia, Rusia cerró la vía marítima de Mangazeya en 1619. La actividad de los pomores en el norte de Asia disminuyó y la mayor parte de la exploración en el siglo XVII fue realizada por cosacos siberianos, navegando de una desembocadura a otra hacia oriente en kochs, embarcaciones adecuadas al ártico. En 1648, la más famosa de tales expediciones, la dirigida por Fedot Alekseev y Semión Dezhniov, navegó hacia el este desde la desembocadura del río Kolyma hasta el Pacífico y dobló la península de Chukchi, demostrando así que no había conexión terrestre entre Asia y América del Norte.[8]​ Ochenta años después de Dezhniov, en 1728, otro explorador ruso, Vitus Bering, nacido en Dinamarca, comandando el Sviatoy Gavriil hizo un viaje similar pero a la inversa, comenzando en la península de Kamchatka y yendo hacia el norte hasta el pasaje que ahora lleva su nombre (estrecho de Bering). Fue Bering quien dio sus nombres actuales a las islas Diómedes, descubiertas y descritas por primera vez por Dezhniov.[9]​ Hasta 1878 no se realizó la primera travesía completa del Paso del Nordeste de oeste a este, en la expedición Vega del explorador sueco-finlandés Adolf Erik Nordenskiöld. El capitán del barco en esa expedición fue el teniente Louis Palander de la Marina Real Sueca.

Paso del Noroeste

En la primera mitad del siglo XIX, varias expediciones diferentes británicas exploraron por separado partes del Pasaje del Noroeste, como las dirigidas por John Ross, William Edward Parry, James Clark Ross; y también otras expediciones por tierra dirigidas por John Franklin, George Back, Peter Warren Dease, Thomas Simpson y John Rae. A sir Robert McClure se le atribuye el descubrimiento del Paso del Noroeste por mar en 1851[10]​ cuando miró a través del estrecho de McClure desde la isla de Banks y vio la isla Melville. Sin embargo, el estrecho estaba bloqueado por hielo joven en este momento de la temporada y no era navegable para los barcos.[11]​ La única ruta utilizable, que unía las entradas del Lancaster Sound y el estrecho Dolphin y Union, fue utilizada por primera vez por John Rae en 1851. Rae utilizó un enfoque pragmático de viajar por tierra a pie y en trineos tirados por perros, y por lo general empleaba a menos de diez personas en sus partidas de exploración.[12]

El Paso del Noroeste no fue completamente conquistado por mar hasta 1906, cuando el explorador noruego Roald Amundsen, que había navegado justo a tiempo para escapar de los acreedores que buscaban detener la expedición, completó un viaje de tres años en el Gjøa, un barco de arenque de 47 toneladas reconvertido. Al final de ese viaje, entró en la ciudad de Eagle (Alaska), y envió un telegrama anunciando su éxito. Su ruta no era comercialmente práctica; además del tiempo necesario, algunas de las vías navegables eran extremadamente poco profundas.[13]

Knud Rasmussen (1879-1933) dirigió varias expediciones árticas. Creció en Groenlandia hablando groenlandés y danés, y ha sido llamado el «padre de la esquimología»[14]​ y fue el primer groenlandés de ascendencia inuit y europea en cruzar el Paso del Noroeste en trineos tirados por perros.[15]​ Rasmussen y su amigo Peter Freuchen participaron en siete expediciones y escribieron numerosos libros sobre sus experiencias árticas.

La conquista del polo Norte

El 6 de abril de 1909, Robert Peary afirmó ser la primera persona en la historia registrada en llegar al Polo Norte[10]​ (aunque se discute si realmente llegó al Polo).[1][16]​ Viajó con la ayuda de trineos tirados por perros y tres tripulaciones de apoyo independientes que dieron la vuelta a intervalos sucesivos antes de llegar al Polo. Muchos exploradores modernos, incluidos los esquiadores olímpicos que utilizan equipos modernos, afirman que Peary no podría haber llegado al polo a pie en el tiempo que afirmó.

Varias expediciones anteriores partieron con la intención de llegar al Polo Norte, pero no tuvieron éxito; la del oficial naval británico William Edward Parry en 1827, la trágica expedición estadounidense Polaris bajo Charles Francis Hall en 1871, la desafortunada Expedición Jeannette comandada por el teniente comandante de la Armada de los Estados Unidos George W. De Long en 1879, y la expedición noruega del Fram dirigida por Fridtjof Nansen en 1895. El estadounidense Frederick Cook afirmó haber llegado al Polo Norte en 1908, pero esto no ha sido ampliamente aceptado..[17]

El 9 de mayo de 1926, los estadounidenses Richard E. Byrd y Floyd Bennett afirmaron haber volado sobre el Polo Norte en un monoplano trimotor Fokker F.VIIa/3m . Sin embargo, se disputa su afirmación de haber llegado al Polo.[18]

La tripulación del dirigible Norge (incluidos Roald Amundsen y el patrocinador estadounidense Lincoln Ellsworth) sobrevoló el Polo el 12 de mayo de 1926. Ese fue el primer avistamiento indiscutible del Polo. El Norge fue diseñado y pilotado por el italiano Umberto Nobile, quien sobrevoló el Polo por segunda vez el 24 de mayo de 1928. El segundo viaje de Nobile fue en el dirigible Italia que se topó con una tormenta en el viaje de regreso y se estrelló en el hielo. Los sobrevivientes finalmente fueron rescatados. Amundsen desapareció, con la tripulación de su hidroavión, durante las operaciones de rescate.

Las primeras personas que sin duda caminaron por el Polo Norte fueron la partida soviética de 1948 bajo el mando de Alexander Kuznetsov, quien aterrizó su avión cerca y caminó hacia el polo.[19]

El 3 de agosto de 1958, el submarino estadounidense USS Nautilus (SSN-571) llegó al Polo Norte sin salir a la superficie. Luego procedió a viajar bajo todo el casquete polar. El 17 de marzo de 1959, el USS Skate (SSN-578) apareció en el Polo Norte y dispersó las cenizas del explorador sir Hubert Wilkins. Estos viajes fueron parte de exploraciones militares estimuladas por el contexto de la Guerra Fría.

El 19 de abril de 1968, Ralph Plaisted llegó al Polo Norte en una moto de nieve, el primer viajero de superficie que se sabe con certeza que lo ha hecho. Su posición fue verificada de forma independiente por un sobrevuelo meteorológico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En 1969, Wally Herbert, a pie y en trineo tirado por perros, se convirtió en el primer hombre en llegar al Polo Norte solo con la fuerza muscular, en el 60.º aniversario de la famosa pero disputada expedición de Robert Peary.

Las primeras personas que llegaron al Polo Norte a pie (o esquís) y regresaron sin ayuda externa, sin perros, aviones o reabastecimientos fueron Richard Weber (Canadá) y Misha Malakhov (Rusia) en 1995. Nadie ha completado ese viaje desde entonces.

El teniente coronel de la Fuerza Aérea estadounidense Joseph O. Fletcher y el teniente William Pershing Benedict aterrizaron un avión en el Polo el 3 de mayo de 1952, acompañados por el científico Albert P. Crary.[20]

El 2 de mayo de 2007, el especial de Top Gear de la BBC alcanzó la posición de 1996 del polo norte magnético (78°35.7′N 104°11.9′O) en un Toyota Hilux modificado.

El 2 de agosto de 2007, durante Arktika 2007, los sumergibles tripulados rusos fueron los primeros en descender hasta el lecho marino debajo del polo.

El 26 de abril de 2009, Vassily Elagin, Afanassi Makovnev, Vladimir Obikhod, Sergey Larin, Alexey Ushakov, Alexey Shkrabkin y Nikolay Nikulshin después de 38 días y más de 2000 km (partiendo desde la isla de Sredniy, en el archipiélago de Tierra del Norte) condujeron dos vehículos de construcción rusa, el "Yemelya-1" y el "Yemelya-2" al Polo Norte.

Anexo: Expediciones árticas

Véase también

Referencias

Bibliografía

  • , que recoge la siguiente bibliografía:
  • Berton, Pierre (1988). The Arctic Grail. Anchor Canada edition [2001], ISBN 0-385-65845-1
  • Edinger, Ray (2015). Love and Ice: The Tragic Obsessions of Dr. Elisha Kent Kane, Arctic Explorer. Frederic C. Beil, Publisher. ISBN 9781929490387 OCLC 660553369
  • McCannon, John (2012). A History of the Arctic: Nature, Exploration and Exploitation. Reaktion Books and University of Chicago Press. ISBN 9781780230184
  • McCannon, John (1998). Red Arctic: Polar Exploration and the Myth of the North in the Soviet Union. Oxford University Press. ISBN 978-0195114362
  • Robinson, Michael (2006). The Coldest Crucible: Arctic Exploration and American Culture. University of Chicago Press. ISBN 0226721841
  • Sale, Richard (2002). To the ends of the earth: the history of Polar exploration. London: HarperCollins. ISBN 000711124X. OCLC 48836382
  • Simmons, George (1965). Target: Arctic; Men in the Skies at the Top of the World. Chilton Books. OCLC 486837

Enlaces externos

  • "To the North Pole" Archivado el 21 de diciembre de 2011 en Wayback Machine. - artículo en la revista Life
  • "Freeze Frame" - colección de imágenes históricas polares en el Instituto de Investigación Polar Scott, Universidad de Cambridge.
  • "Why Go To The Arctic?", enero de 1931, Popular Mechanics
  • Correspondencia de Albert Operti con exploradores árticos en la Biblioteca de Dartmouth.
  • Correspondencia y manuscritos de William Hunt con exploradores árticos en la Biblioteca de Dartmouth.

Diario de una exploradora en el Ártico

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